lunes, 21 de diciembre de 2009

El juego de la Oca

A cada poro de mi cuerpo lo recorre en estos momentos, una inmensa sensación de VACÍO.
Me siento fatal
Furiosa, incomprendida, impotente, dolida. Y mil adjetivos más.


Después de tener tiempo de pensar y pensar, alejada de la realidad.
Cuando me siento por fín segura.
Cuando veo muy claro el horizonte.
Y mi mente se llena de miles de ideas, diferentes cosas que realizar.
 Entonces, sólo entonces es cuando vuelvo a derrumbarme.
¿Y ahora qué?
Es como el juego de la Oca, unas pocas casillas antes de la última, está la de la muerte. Y si caes en ella vuelta al principio.
¿Sabéis que hay una persona que siempre cae una y otra vez en esa casilla, no? 
Y nunca llega a ganar.

Pues ésa persona soy yo.
Cuando estoy a un paso de conseguirlo, me caigo.
Ya hablé anteriormente de eso.>> Aquí.


En cambio, siento que ésta vez algo ha cambiado.
No sabría decir el qué. Pero en mi interior, se esta cociendo algo.
Es como una mezcla de madurez con rebeldía, más unas gotitas de valentía.
Y todo salpimentado con confianza en mí misma.


La verdad es que escribir lo que siento aquí, me es de gran ayuda.
Termino ya, por que considero que es suficiente.
No quiero enrollarme más, ni paranoiarme(esta palabra existe?) más.


Saludos fríos, lluviosos o nevados. (depende del lugar en el que estéis)



Ah, y si os gustan los colores.
(Como a Emma =P)
Visitad esta web, está llena de imágenes fantásticas.
Pongo una de ejemplo.

8 comentarios:

Diane Ross dijo...

Ey.. ¿qué es lo que pasa, Ironía?
Venga, tienes que levantarte. ¡Y nada de volver a caer!

X dijo...

Cuenta la leyenda que alguien ganó una partida después de caer cincuenta veces en la casilla de la muerte. ¿No lo vas a intentar? :-)

Eric dijo...

Ay pobre... En fin, intenta buscar el lado positivo aunque siempre en estas situaciones es dificil. Intenta sonreir pensando en la gente que te quiere, eso es lo que mejor va.
Y por Zaragoza hoy nevado, aunque luego lluvioso, asi que feliz resto del dia a ti tambien (Y si no es feliz al menos intenta tener tranquilidad)

Madrilenials dijo...

Ironíaaaaaaa¡ :)
Levántate. Nada es tan feo, tan horrible, tan angustioso, tan insípido como TÚ crees.

Hay miles de personas disfrutando de la vida AHORA.
Si estás en casa, hazte unas palomitas, mira la tele. Si tienes que hacer algo, hazlo y se acabó.

Y lo más importante, nunca te quedes sin hacer algo que te apetece. (A no ser que tenga consecuencias nefastas)

No sé. Es un consejo gratuito y quizá lo odies. Pero va with love.

P.

PD: Deberías hablar con A. (es quien ha escrito la entrada de hoy) creo que os sentís igual.

M dijo...

Por mucho que caigas en la casilla de la muerte piensa que tú eres la única jugadora así que tarde o temprano acabarás llegando a la meta.

Espero que eso que se está cociendo dentro de tí (y que tiene tan buena pinta!) te lleve muy, muy lejos =)

Karla dijo...

Tienes un blog muy lindo, y sí, creo que escribir es una de las más grandes catársis posibles.
Oye, ¿te has fijado cómo el cuadrito donde aparecen los seguidores rebela mucho de la personalidad de cada blog? Es como si se generara un ambiente particular, directamente proporcional a quien escribe aquél blog que se sigue. Acabo de caer en la cuenta de ello al visitar tu espacio.

Saludos mexicanos.

r dijo...

No sabes lo importante que es esa nueva sensación.... esa rebeldía. Que muchos caen en el círculo vicioso de la desgana y la apatía, y después no saben salir.
Y si hay que intentarlo cincuenta veces más, como dice X, se inententa. Para eso estamos aquí.

[No estoy segura... pero para mí que se dice "emparanoyarse"... Pero tampoco me hagas mucho caso]

Un beso!

La Chica del Tirso dijo...

Creerás que miento, pero te juro que es verdad. Hoy me he saltado todas las clases y he ido a un garito milagrosamente abierto a jugar a la oca (de 9 de la mañana a 2 de la tarde entre la oca y conversaciones bobas con mi mejor amiga). ¿Sabes cuántas vesces caí en la muerte? Perdí la cuenta. Pero gané. Cuando caes siempre tienes la bendita oportunidad de levantarte, Yo te doy la mano: Venga, ¡arriba!
Y cómete este maldito mundo que ahora con las luces de Navidad y los décimos de lotería está muy dulzón.

Un beso princesa.

C.